Descripción
EM (Microorganismos Eficientes) es una tecnología biológica compuesta por una mezcla de microorganismos beneficiosos que mejoran la salud del suelo, optimizan el desarrollo de las plantas y contribuyen al equilibrio del ecosistema agrícola. Este producto contiene bacterias ácido lácticas, levaduras y bacterias fotosintéticas que trabajan en sinergia para potenciar los procesos biológicos, aumentar la disponibilidad de nutrientes y mejorar la calidad de los cultivos.
Composición y Características Técnicas
- Composición microbiana:
- Bacterias ácido lácticas (Lactobacillus spp.)
- Bacterias fotosintéticas (Rhodopseudomonas spp.)
- Levaduras (Saccharomyces spp.)
- Presentación: Líquido concentrado o activado para aplicaciones agrícolas.
- pH: Ligeramente ácido (3.5-4.0), favoreciendo la estabilidad de los microorganismos.
- Modo de acción: Mejora la actividad microbiológica del suelo, descomposición de materia orgánica y disponibilidad de nutrientes.
Beneficios Clave
- Mejora la calidad del suelo: Incrementa la materia orgánica, estructura y fertilidad del suelo.
- Optimiza el desarrollo de las plantas: Favorece la absorción de nutrientes y estimula el crecimiento.
- Eficiencia sostenible: Reduce la necesidad de fertilizantes y agroquímicos sintéticos.
- Protección biológica: Ayuda a suprimir microorganismos patógenos en el suelo, promoviendo un ambiente saludable para las raíces.
- Incremento del rendimiento: Contribuye a cultivos más saludables y productivos.
Modo de Uso
- Preparación:
- Si se utiliza EM activado: Diluir 1:500 (2 ml/L de agua) antes de la aplicación.
- Si se utiliza EM concentrado: Activar según las instrucciones antes de su uso.
- Aplicación al suelo: Aplicar mediante riego directo o sistemas de fertirrigación para mejorar la calidad del suelo.
- Aplicación foliar: Pulverizar sobre el follaje en las primeras horas de la mañana o al atardecer.
- Frecuencia: Repetir cada 15-30 días según las necesidades del cultivo.
Precauciones
- Almacenar en un lugar fresco, seco y protegido de la luz directa para mantener la viabilidad de los microorganismos.
- Agitar bien antes de usar para garantizar una mezcla homogénea.
- No mezclar con productos químicos que puedan dañar los microorganismos vivos.



